Un día como hoy, en un momento como este donde lo único cierto es que no sucedió ahora. Harriet una joven mujer londinense, tomaba un whisky con dos hielos grandes, ralladura de limón y un poco ginger ale. El bar La Dama de las Camelias se encontraba vacío, extraño le parecía, el lugar siempre se encontraba repleto haciéndole olvidar su agobiante y nada notoria soledad.
A las 19:18 de esa noche el lugar perdió color, el par de parejas que se encontraban bailando perfume de gardenias se detuvieron por el repentino cambio de luz. El cantinero que se dedicaba a limpiar los vasos jaiboleros con su trapo detuvo su accionar al ver que Harriet caía fulminada y se golpeaba fuertemente contra el piso de madera cambiado el año de 1988. Ella estaba muerta sin ningún motivo aparente, después el caos reino por lo que quedaba de la noche en el bar de la Dama
Al mismo momento a las 02:18 en Liubliana, Jurij cruzaba el puente de los dragones después de haber pasado toda la tarde subtitulando capítulos de caricaturas japonesas cuyos nombres no recordaba. Esa noche el caía de la misma manera en que Harriet.
Absolutamente a nadie se le ocurrió pensar que sus muertes tenían alguna conexión, pero quizá, posiblemente, tal vez ó a lo mejor si existe una relación de co existencia. Esto es lo que pasa cuando una fuerza inamovible, sucede.
Aunque Harriet era ajena a Jurij, ellos eran el uno para el otro incondicionalmente, el existía para ella y ella para el, pero nadie lo sabrá...
Momentos después en mi casa todos los muebles se desarmaban por si solos, el teléfono sonó, una noticia trágica era anunciada.
El Carpintero había fallecido...
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