1er Capitulo. Reconocimiento del Lugar

Después de presentarnos, decidió mostrarme el lugar, su aspecto era grotesco, desconocido, desastroso, pero al mismo tiempo era gentil que incluso llegue a pensar que su mente estaba en otro lugar.

La música a mi alrededor desprendía un olor cálido, nunca había sentido tanto conforte y al mismo tiempo el miedo me comía las uñas y no podía evitar tocarme el cabello, creo que eso le interesaba mucho, me miraba mis manos y mi cabello bailando  lado al lado sin algún ritmo alguno, solo se movían. 

Mi cuerpo se sentía mas ligero como si pudiera flotar, después de estar aquí tanto tiempo sigo sin poder acostumbrarme a esta sensación, es embriagante y confuso al mismo tiempo. Por fin decidimos emprender el camino.

-Verá el primer lugar es el no lugar; es donde le recomiendo que no andar rondando, puede ser peligroso-    me dijo con la mirada perdida hacia el cielo.

 -Es donde esta prohibido? es muy malo?- pregunté.

-No, no es prohibición puede ir ahí si usted quiere señorita, solo no creo que sea una buena idea.- respondió.

El paisaje desprendió su color rojizo, convirtiéndose en un verde intenso, verde dolor, la humedad del lugar nublaba con una brisa intensa, tanta que sentía como si mis pulmones estuvieran respirando agua, al mismo tiempo era muy placentero; mientras mas nos acercábamos el sonido se hizo mas intenso. El sonido se hizo cada ves mas fuerte y cada ves mas fuerte que en un instante, así como viene se va, quedas por unos momentos sordo, solo mientras estas ahí.

Llegamos no podía ver algo definido solo una nube blanca dispersa. En una árbol seco, al igual que todos los demás del paisaje, se encontraba una inscripción que decía

 lo mejor de estar vivo, si esto es lo que se llama vida, es que nada es para siempre

-Que hay tantas sensaciones por descubrir y yo solo quiero dormir- conteste.

Todo tiene un valor y sentido al ser finito y esto es lo único que tenemos y solo vemos como se va, como agua en las manos. El no lugar se distendía de las cosas y las situaciones haciéndolos un ir y venir incesante. 

Comeme ahí