El final de un desastre anunciado

Todas las noches se despierta a la misma hora, 4:19 a.m.. Sin falla alguna y sistematicamente sus ojos miran la obscuridad alrededor. Los mismos pensamientos son trabajados una y otra vez con el conocimiento pleno de que nunca podrás resolver esas dudas, inevitable.

¿Lo estarás haciendo bien? Algo debe resultar de todas estas decisiones, situaciones y coincidencias, pero no veo nada claro, todo es niebla, la misma niebla en la que llevas metido desde hace varios años, creias haber encontrado un camino, pero vas sobre los senderos que se bifurcan invisibles ante tus pies, pero tan reales como el aire que respiras.

Intento ser correcto, de provecho, de bien pero aun así me siento terrible, condición inamovible de insatisfacción, breve resplandor de mi mente confundida , como la luz del cometa que emerge de si mismo que se aleja poco a poco, pierdo los cabales, pierdo la luz.

Mi cama guarda algunos recuerdos, aromas, sueños, ajenos a mi, seguro ellos son los que no me dejan dormir. Alguno de ellos me esta llamando, por que pierdes el tiempo ve por eso.
El señor pájaroquedacuerda lo sabía, tengo que buscar mi propio pozo y enterrarme ahi, que un solo momento del día me ilumine el espíritu, como el pájaro decido quedarme con el cielo.

Con el me basta, con su gran inmensidad. Tu no me vas a faltar nunca, creo que a esto se refería el sueño de Evan, no necesitas mas que mirar el cielo dentro de tu prisión mental, que me da la impresión se va haciendo mas pequeña cada vez.

Pero mientras no me falte cielo voy a estar bien.